Entre dos octubres
El siglo XX, parafraseando a Moshe Lewin, fue el «siglo soviético». Si consideramos que 1914 marca el inicio real del siglo, al cortar la Gran Guerra abruptamente con el antiguo régimen decimonónico, y 1991 señala su final con la descomposición de la Unión Soviética, podemos entender fácilmente hasta qué punto el Estado surgido de la Revolución de 1917 -o el desarrollo de la revolución, propiamente dicha- ocupan el centro de lo que se ha dado en denominar el «siglo más corto», en brillante propuesta del historiador húngaro Ivan Bérend, que hizo célebre Eric J.